Con este post queremos comenzar una guía para ayudaros a la mejor elección de vuestro sofa ; una de las piezas más importantes de la casa.
A parte de tratarse de una pieza decorativa que marca estilo y carácter es una pieza en la que pasamos gran parte de nuestro tiempo de relax y como tal debe responder a las expectativas de un máximo confort.
En esta primera parte vamos a centrarnos en los componentes del sofá. Es algo que no vemos a primera vista , pero es algo fundamental a la hora de adquirir un producto que mas allá de la función decorativa , va a tener un uso continuado y duradero para nuestro descanso , motivo por el cual debemos tener presente su durabilidad también. Un sofá puede resultar muy cómodo al probarlo en la tienda de muebles pero realmente en unos segundos no se puede ver si ese sofá es el adecuado para nosotros , debe pasar mas tiempo y sobre todo que el profesional os asesore en base a las preguntas sobre vuestras preferencias que os hará.
Por otro lado hay que ver y esto es fundamental la durabilidad de las propiedades del sofá con el paso del tiempo . Un sofá puede ser de una sentada blanda y gustarnos , pero si es de mala calidad puede terminar haciéndose un hoyo el asiento debido a que las propiedades de los componentes tienen una mala recuperación.
Por todo esto una de las dificultades a la hora de comprar un sofá es que, por norma general, podemos dejarnos llevar de la estética sin tener en cuenta el interior de un sofá, que, en definitiva, esa será la clave del confort y durabilidad del mismo. Y seguramente el ingrediente por el que podéis encontraros esas diferencias de precios ante productos de estética similar.
Sin lugar a dudas, el diseño, la comodidad y la ergonomía son características que quedan a la vista y por tanto son fácilmente valorables en función de los gustos personales. Pero además existen otras características que están ocultas y tienen una gran importancia, porque de ellas depende la vida del sofá.
Por ello, queremos dedicar unas líneas a explicaros qué detalles debéis tener en cuenta a la hora de escoger un sofá.
Estructura del sofá
Existen diferentes estructuras para un sofá y en función de la dureza y sólida que sea, tendremos un sofá con mayor o menor consistencia que dará pie a que dure más o menos tiempo. A continuación, enumeramos las diferentes estructuras de mejor a peor calidad.
Estructura de madera
Este material hace que la estructura sea sólida y confiable pero ligera. Usualmente son de pino, pero firmas con un nivel de producto muy alto, las construyen de haya, que tiene una mayor dureza que el pino. Esta estructura la podríamos ubicar dentro de los sofás de una tipología alta – lujo.
Estructura mixta madera y aglomerado
Es un combinado de estructura de madera y de aglomerado, donde usualmente se utiliza la madera de pino para las partes estructurales y el aglomerado se usa para tramos que no tienen una misión estructural pero que han de ir tapizadas. Esta es la estructura predominante actualmente en la gama de sofás media – alta.
Estructura mixta aglomerado y cartón
Esta estructura es la usada en los sofás de gama baja. Se utilizaría en la estructura aglomerado y para aquellas partes que requirieran de una superficie extensa, cartón duro de tapicería.
Dentro de la estructura habría adosados componentes sobre los que descansan los cojines; principalmente serian tres. Tablero de madera; muelles y cinchas cruzadas.
El tablero claramente lo descartaríamos de nuestras recomendaciones. Entre cincha cruzada y muelle entra en juego el gusto personal, pero nos decantamos por elegir una buena chincha cruzada y si queremos implementar muelle, que sea ensacado y vaya en el componente del cojín de los asientos.
Espumas y fibras
De este elemento depende la comodidad del sofá en función de la dureza de los asientos y respaldos. Y la dureza a su vez depende del tipo de relleno y de su densidad. Hay diferentes tipos de rellenos, aunque en este punto hemos de decir que entra en juego las preferencias que cada uno tenga.
Al margen de que tipo de confort nos proporcione una fibra y otra, analizando la calidad habría que determinar que material conserva en el tiempo esas propiedades que inicialmente se le atribuyen.
Espuma o HR
Es el relleno más usual y económico y para garantizar su calidad, su densidad debe ser mínimo de 30 Kg en cada asiento y de 20 kg en el respaldo.
Las espumas con densidad baja son más blandas y de primeras pueden parecer más confortables, pero deben tener en cuenta que son menos duraderas, mientras que las que tiene una mayor densidad son más duras, pero más duraderas. Nuestra recomendación cuando se precisa de una sentada soft o más blanda es recomendable utilizar materiales en la capa superior que nos proporcionen este confort como viscoelastica o fibra hueca.
Plumas
Pueden ser de oca, de ganso o una mezcla de ambos. Proporciona un respaldo firme y suave, recupera el volumen con facilidad y proporcionan una gran flexibilidad. Pero en su contra tienen que suelen ser los más caros y tienden a apelmazarse y perder sus propiedades antes que otras fibras sintéticas. Además, hay que tener en cuenta el factor alérgico que puede producir en algunas personas.
Viscoelastica
Es una fibra sintética conocida por su efecto memoria. Sobradamente experimentada en el sector del descanso, fabricantes de alto nivel empiezan a implementarla en sus fabricados. Ya poniéndola junto al HR o junto a HR y muelle ensacado, de tal manera que replicarían la estructura de los colchones de alta gama.
Tapizado
Este es el componente que veremos y disfrutaremos a diario. Puede ser textil, fibra o piel.
Es un apartado al que queremos dar el protagonismo que se merece, por ello próximamente desarrollaremos un post dedicado a ello en exclusiva.
Desde Muebles Monen os invitamos a visitar nuestro apartados de sofás en la pagina web para que puedan ver una amplia selección de productos con los mas altos estándar de calidad .